miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hirviendo la sangre (II)

Dejé pasar el día de ayer ya que "estaba muy calentito" y con la sangre en plena ebullición, antes de llamar a la Asistenta Social. Ya bastante mala fama tiene uno de malhumorado, para encima dar más motivos para que me "retiren de la circulación".

Ya he dejado recado para que me llame. ¿Motivo para llamarla? Quien da primero da dos veces. Y que al menos esta vez, si viene la poli nuevamente a las 8 de la mañana, estaré mentalizado. Y desde luego que se sepan "los participantes".

Ya he subido el audio de la visita que realizó en mi domicilio el 23 de octubre. Constancia queda.

No creáis que me asusta el realizar una huelga de hambre, para nada.

Estoy hasta los mismísimos de la puta hipocresía en que la gente se ve envuelta. Y ya no sólo lo digo por mí. Por desgracia es algo muy habitual en la sociedad en la que vivimos.

Y ¡¡¡OjO!!! ni soy de los que viven arrodillados, ni de los que mueren no luchando. Muy revolucionaria la frase ¿no?

Y para el que está pensando: "No casa" huelga de hambre con morir no luchando; le diré: Que mejor, que luchar para dejar de luchar.

Y para el que piensa que me paso, sólo decirle: Que no te encierren en un psiquiátrico sin motivos.

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