martes, 11 de diciembre de 2012

Prosigamos

Últimamente hay mucho periodista o comunicador desquiciado. O como dijeron en una tertulia televisiva hablando de esta noticia, hay mucho hipócrita cabrón en el mundo periodístico o de la comunicación. Porque ya está bien de culpar a los frágiles o fáciles de manipular.

Los políticos tampoco se irán en esta entrada de rositas, porque en casi cualquier país del mundo bregan con el miedo, para que sean sus ideas o ideales los aceptados.

Desde hace más o menos tres meses, aquí en Catalunya se juntan ambas camadas, los periodistas (empleando un término sutil) malvados y los políticos (siguiendo con el empleo de términos sutiles) amorfos en sus convicciones. Por supuesto uno ya sabe "a que ventanas no asomarse", pero siempre hay que saber como manipulan algunos. Por otro lado da pena el ver que hay personas que toman sus decisiones por el miedo que les acarrean (por suerte los menos).

Quizá no sea bueno decirlo, pero tiempo atrás, en el terreno periodístico, que entonces no comunicativo, perro no mordía a perro, pero eso parece que se acabó. ¿Y sabéis? me parece muy bien que no se les tire un cubo con agua.

Una de las ventajas de Internet es que cada vez hay más información al alcance del gran público, que por ejemplo en el caso de las audiencias antes estaba limitado a las emisoras y periódicos. Y es gratificante ver y comprobar como los indicadores de las audiencias marcan el desapego de los televidentes hacia los comunicadores vacíos de todo o casi todo, menos de inducir temores. También hoy en día puedes comprobar cada 24 horas cuantas personas leen a articulistas o columnistas de diarios Online.

No voy a entrar en grandes ejemplos, pero por ejemplo tertulias a gritos han bajado de audiencia "un montón" y columnistas catastrofistas has perdido lectores "a punta pala".

Cada vez queda más claro, y que conste que no es sólo mi opinión, si no que es un frase últimamente muy extendida entre "periodistas de raza", que a cierto tipo de periodista o de comunicador, les gusta: OÍRSE o LEERSE.

En el mundo político, al menos aquí en Catalunya, perro sigue sin morder a perro, pero gruñirse, no veáis como se gruñen.

Y para terminar y parafraseando a muchos políticos y periodistas que usan mucho esta frase: "no pretendo ofender".

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