jueves, 20 de marzo de 2008

Sobre la auxiliar de la mañana

Hoy lo inicio hablando de algo que algunos pueden pensar que es un territorio que no me incumbe, pero a medida que lo vaya desarrollando se verá que sí me afecta, y no sólo a mí, sino a otros enfermos actuales y ¿por qué no? a posibles enfermos en un futuro próximo que vengan a esta planta donde yo estoy hospitalizado.

Ya habéis leído alguna vez que valoro mucho a la auxiliar de la mañana. Pues esta valoración positiva no es sólo mía, sino también de la totalidad de los pacientes y de sus acompañantes, con los que he ido hablando estos últimos días. Esta auxiliar había solicitado el traslado a otro pabellón de aquí, del Parc Sanitari, y ahora se lo han concedido. Marchará a final de mes o principio del próximo. El motivo por el cual ha solicitado el traslado no lo voy a explicar porque creo que no debo hacerlo, salvo que ella me indicase lo contrario.

Ahora me gustaría que, lo que voy a escribir a continuación, sobre este mismo tema, fuese leído con atención por el personal del hospital que se lo lee, pero sobre todo por uno de los «jefes» que pueden poner solución al tema y que sé positivamente que lee este blog.

Una auxiliar como ella no se limita a:

Repartir comidas.
Ayudar a levantarse a los pacientes.
Ayudar a acostarlos.
Hacer las camas.
Repartir pastillas.
Cambiar pañales.
Vaciar botellas del pis.
Vaciar cuñas.
Limpiar traseros y partes íntimas.
Ayudar en el aseo e higiene.
Dar de comer al que no puede.
Acercarnos las cosas a muchos.
Cogernos cosas que se nos caen.
En muchos casos, vestirnos y desvestirnos.

Aparte de todo esto, que no es poco, también:

Cuando te ve callado te pregunta cosas.
Si te ve triste, tiene tiempo para animarte.
Procura que no pases mucho tiempo en la habitación.
No le importa llevarte a ver la tele.
No dice que no a acompañar visitas a donde estés.
Sabe cuál es tu enfermedad.
Se preocupa por tu alimentación.
Realmente presta atención a lo que le dices.
Si en el momento no puede estar por ti, al menos te lo hace saber.
Siempre tiene una sonrisa y una palabra agradable.


Y podría seguir y seguir. No se limita, desde luego, a su exclusivo trabajo. Y como he dicho anteriormente, no sólo es mi opinión, sino también la de los pacientes con los cuales he hablado. Por todo ello, a los pacientes de este pasillo nos gustaría que siguiese aquí. También es sabido que los médicos quieren también que la auxiliar continúe en la planta. Los pacientes del otro pabellón ganarán, ya que tendrán a una auxiliar muy competente y, sobre todo, una gran persona. Desconozco cómo están ahora en primera persona, pero por los comentarios que me han hecho, no tienen queja alguna del personal que tienen.

La solución para que la auxiliar siga aquí es muy sencilla: hace falta buena voluntad para que todo se solucione para bien de todos. Aunque como he dicho otras veces: ¿no son primero los pacientes?

Hasta mañana.

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