jueves, 24 de julio de 2008

Estar malito ya es muy duro

Faltan 192 días.
Hola, hoy me han levantado a la misma hora de ayer, por lo tanto empiezo también aquí muy pronto. Ya aviso que no se si escribiré mucho, porque he descubierto una página web desde donde te puedes bajar cientos de series de televisión y me estoy bajando El Ala Oeste de la Casa Blanca, pero no escribiré poco porque me ponga a verla, si no, por los follones que me monto una vez bajados los archivos. Si ya con el eMule no me aclaro, con los archivos RAR menos. Muchas veces bajo cosas y no consigo ni verlas y me queda la duda de si hago algo mal, si tienen un fallo o si soy un negado, cosa bastante probable. Y no digamos cuando se para la transferencia de archivos y hala, vuelta a empezar.

Desayuno:
-Zumo de melocotón (2)
-Quesitos (2)

El que el número de zumos o quesitos sea mayor o menor, va en función de la auxiliar que me trae el desayuno.

En Pere Virgili me dirigí a los de zumo don simón, ahora lo hago a los de Cofrutos: cuelen o filtren mejor los zumos de melocotón que vienen en brik de litro. Seguro que alguno pensará: Envíales un e-mail. Pues también tienes razón, pero me da como pereza, pero no por escribirlo, si no, porque se que no servirá para nada. Ellos tienen ingenieros, químicos, controles de calidad, etc. y si siguen con impurezas, consideraran que el porcentaje de ellas es ínfimo.

Ahora cuando me siento en la butaca, lo hago encima de un cojín anti escaras, siguiendo las indicaciones de la fisioterapeuta.

Ahora voy a abordar un tema que siempre es delicado para mí, ya que tengo que estar aquí, pero sabéis que escribo siempre lo que veo, oigo, siento, percibo y a veces sufro yo mismo. El personal de las mañanas son buenos profesionales y buenas personas. Sabéis los que me leéis desde hace tiempo que lógicamente valoro más lo segundo que lo primero. El de la noche claro está lo trato poco, pero respetan el descanso de los pacientes y acuden rápido a los timbres, al menos lo que veo por mi compañero de habitación. Ahora bien, el turno de tarde ya es punto y aparte, aunque solo tengo quejas de tres o cuatro personas de ese turno. Y que conste que llevo aquí 35 días, por lo que me aseguro de lo que digo, no por el calentón de un día.

A pesar de no salir de mi habitación hasta hace poco, las conversaciones de los familiares de los pacientes en el pasillo cercano a mi habitación no se me escapan y ya había oído en bastantes ocasiones quejas hacia esas mismas personas que yo comento, pero ya sabéis que si no me sucede a mi, pues como que no. Pero tanto hacia mí como hacia mi compañero, he ido oyendo, digamos, comentarios fuera de lugar y yo claro está, se replicar, pero si mi compañero ni tan siquiera los oye, mal puede contestar. Por lo tanto ya eso es una falta de respeto hacia un paciente. Pero ya estos últimos días han sido cosas más “molestas”. Tres ejemplos:

*La primera con otro paciente. Todo oído y visto desde mi habitación. Hay una habitación donde está un matrimonio y a la señora le trajeron un yogurt pero no la cuchara y cada vez que pasaba una auxiliar o una enfermera la pedía y en un cuarto de hora pasaron varias y varias veces y ni caso. Al final una familiar de otro paciente le llevó una.

*La segunda con mi compañero. Llama al timbre, viene una auxiliar, me mira desde la puerta y le digo que ha llamado mi compañero.
-Ahora vendremos- dice y apaga el timbre.
-Pero al menos pregúntale para que ha llamado-le dije.
Y se fue.

*La tercera conmigo. Y sufrida, nunca mejor dicho. Ahora no solo por la noche me pasan a la cama con la moto, como he perdido las fuerzas que tenía, también de la silla verde me pasan a la butaca con la moto y de la silla de ruedas a la butaca, también. Lo mismo en el gimnasio, de la silla de ruedas a la camilla con la moto y luego viceversa. Hecho este apunte, comentar que las auxiliares de la mañana y la fisioterapeuta, me ponen en la moto como debe ser, los pies en su sitio, la faja bien puesta y los cordones igualados y tensos. Y sobre todo las rodillas en su sitio y lo más importante sin prisas. Pero algunas de la tarde, que son las que me acuestan, pasan mucho de andar con miramientos y siempre con prisas y el que me pasen con la moto, a veces, aparte de incomodo es doloroso; como un día de esta semana que sin miramientos me comenzaron a subir rápido y la rodilla izquierda no estaba bien puesta y se me clavó toda la esquina de donde tenía que ir apoyada la rodilla. Hasta grite del dolor y luego de ponerme bien la rodilla, también sin miramientos, empezó una de ellas con risitas.

Como me dijo una afectada de esclerosis por e-mail:

Siempre he pensado que el personal sanitario tendría que pasar por pruebas duras de atención al enfermo, así quedaría solo el personal mas competitivo, pues estar malito ya es muy duro.

Yo propondría a quien corresponda, que todas las enfermeras y auxiliares pasasen por probar la moto y grúa, así, espero, tendrían más cuidado. Yo me imagino los ancianos que no pueden protestar, el mal trago que deben pasar.

Cena:
-Puré de patata.
-Pescado plancha.
-Vitalínea.
-Pan.

Mañana aquí estaré, hasta ese momento, olvidaros de dietas.

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