viernes, 3 de octubre de 2008

Sigo ilusionado

Desayuno:
-Tostadas con mantequilla.
-Café con leche.

Retomando el tema de ayer, cada día, repito, cada día puedo dormir ya en posición fetal. No me cuesta casi nada ya, el flexionar las piernas estando de lado.

Por otro lado quiero volver a comentar lo que dije ayer, de que estoy empezando a conseguir, estando acostado, el flexionar hacia arriba las rodillas, algo totalmente impensable desde hace años. Esto lo he empezado a conseguir aprovechando al principio la fuerza que generaba el cuerpo al desperezarse y ahora ya lo empiezo haciendo sin esa fuerza adicional.

Desde luego que supone un sacrificio una vez que me meto en cama el realizar esos esfuerzos, pero quiero y necesito recuperarme al 100%

Los resultados de la analítica siguen dando todavía un poco de anemia, por lo que tengo que seguir tomando el hierro. Lo que voy a mirar es que productos alimenticios son ricos en hierro y basaré más mi dieta en ellos, para ver si así desecho la anemia de mi vida.

Comida:
-Tallarines al burro.
-Pan.
-Café con leche.

Una noticia sobre la esclerosis múltiple y la eutanasia:

http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008100200_9_397512__Actual-britanica-esclerosis-multiple-inicia-batalla-legal-eutanasia

Merienda:
-Helado de chocolate.

Como de momento siempre meriendo lo mismo, dejaré de anotarlo. El chocolate es rico en hierro también.

La primera semana en que comencé este blog, en febrero, escribía lo siguiente:

Es maravilloso comprobar que uno todavía se ilusiona a pesar de la esclerosis.

Bien, muchos meses después y con todo lo que he pasado, sigo ilusionado en recuperarme, en volver a ser el que era, en volver a disfrutar plenamente de la vida, en ser yo mismo, en “fastidiar”, recuperándome, a una persona que espera y desea que no me reponga nunca. Si, habéis leído bien, hay gente así.

Sigo bebiendo muchísima agua. De siempre he sido un gran bebedor de agua. Al menos desde los 16 años más o menos, en que un día tuve que ir a urgencias porque no podía orinar. Vieron que tenía una piedra muy pequeña y me dijo el médico que allí mismo bebiera mucha agua y probablemente la diluiría y la expulsaría convirtiéndola en arenilla. No recuerdo cuanta agua me dieron a beber, pero si recuerdo que nunca he tenido un escozor tan grande en mi vida, como cuando la expulsé. Me recomendó el mismo médico de urgencias que si siempre bebía mucha agua, no volvería a tener problemas de ese tipo. Y ese consejo lo he seguido siempre.

Cena:
-Atún plancha.
-Pan.
-Café con leche.

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