El 29 diciembre 2008 escribí: Cuando me detectaron la Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva, en febrero, me sometieron durante tres días a sesiones de corticoides directos en vena a través de suero. Era una especie de “experimentación” y no sucedió nada, ni en sentido positivo ni negativo. Os puedo garantizar, asegurar y jurar, que si cuando me dijeron en febrero 2008 de inyectarme, hubiese leído esto; no me meten eso en mi cuerpo.
Esta semana próxima ya termino de tomar el antidepresivo.
Hoy me despido con esta frase: El instinto no siempre sigue el camino que sigue el cerebro.
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