viernes, 9 de julio de 2010

Sueño y sensaciones

Creo recordar que os he contado dos sueños eróticos que tuve. Los asiduos a este Blog, ya conocéis mi relación estrecha con los sueños. Hacia algunos meses (tampoco muchos), que no tenía uno, intenso, vivido y "muy... muy real". Lo cuento, pero como siempre ante "estos sueños", si sois menores de edad o pudorosos: CLICAR AQUÍ.

Estaba en mi cama totalmente desnudo y viene una morena de unos 30 años, pelo muy corto y con un vestido negro muy vaporoso. Era de esos vestidos que con nada se abren y dejan al descubierto (en este caso) encantos íntimos. Venía a ponerme crema hidratante por mi cuerpo. Comienza a ponerme crema por los brazos y por el cuello mientras nuestras miradas se van cruzando. Las miradas eran... miradas de tanteo. Esas miradas que dilucidan si hay posibilidad de contacto físico o no. Cuando va extendiendo la crema por mi barriga, mira mi sexo y luego se me queda mirando por unos breves segundos mis ojos. El masaje con la crema, se va haciendo más suave... pero más profundo. El vestido va poco a poco abriéndosele, dejando ver que no lleva sujetador. Ella se da cuenta del principio de exhibición de su pecho, y mirándome me dice: es un vestido cómodo y suave, pero se abre solo. Entonces su mirada "resbala" nuevamente hasta mi sexo y a continuación me mira nuevamente a los ojos, pero esta vez, provocando... retando... desafiando.

Mi sexo despierta y ella al darse cuenta, sigue masajeando con la crema mi barriga y hace que su brazo roce mi pene. Como sin quererlo, poco a poco su roce ya es más intenso. Ambas presiones, la del pene y su brazo se van armonizando. Entonces ya, descaradamente su mano aprisiona mi pene mientras acerca su cuerpo al mio y ello hace que su hermoso pecho quede al descubierto. Me fijo en la hermosa y grande aureola que rodea sus pezones... y aquí he despertado.

Llevo todo el día con las sensaciones iguales que si no hubiese sido un sueño.

No hay comentarios: