viernes, 2 de marzo de 2012

Mi barco (y V)

Lo mismo que uno nota en el interior de las fosas nasales el picor salino, puede notar en su interior, el picor de la indiferencia, del desprecio y del abandono.

Puedes cerrar los ojos, puedes aislar un sonido, pero no evitas que todo a tu alrededor siga su curso.

Si habéis renunciado a vuestro equilibrio emocional y os habéis adaptado al bamboleo de otro, lo más probable es que caigáis en una terrible espiral; en que vuestros sentimientos, como mínimo, se verán trastornados.

¿Cuántas veces habéis pensado?: ¿y por qué no se irá a dar un paseo? O: ¿por qué habrá venido tan pronto? O: ¿y por qué no se va ya? O: no me apetece ir. Como en el mar las olas vienen y van; no pienses que los demás no piensan de ti: ¿y por qué no se irá a dar un paseo? O: ¿por qué habrá venido tan pronto? O: ¿y por qué no se va ya? O: no me apetece ir.

Cuando pasas tu vista de un lugar en penumbra a la luminosidad, tu visión tarda en acostumbrarse unos instantes. Pero ¿y la emoción de dejar atrás la oscuridad? "Jamás de los jamases" hay que refugiarse en ella.

Hay que ser Uno, con el entorno y con los que te rodean. Pero siempre, primero Uno. Luego lo demás y los demás.

La propia vida es frágil y perecedera como el momento. Hay gente que compara estas cosas con la inmensidad del universo, con los años de la vida en nuestro planeta, etc. etc. ¿Quién no ha oído decir alguna vez que una persona es en el universo, como un grano de arena en una playa? O en otro orden de cosas: Está haciendo historia. O: Lo deja para uso y disfrute de todas las generaciones venideras. O: su nombre perdurará eternamente. O: su legado sobrevivirá a la humanidad. Y yo me "mal pregunto": ¿Qué leches le importaba todo eso a esa persona, cuando simplemente le dolía una muela? ya no digamos ante un accidente o ante la cercanía de la parca.

Y los miedos. No solo los primigenios, ni los instintivos. Los miedos que nos creamos nosotros mismos y que cual humo de cigarrillo se disuelve en el aire, estos miedos se diluyen por nuestra psique impidiéndonos en ocasiones afrontar el inicio de un cambio de rumbo en nuestra vida.

Muchas veces en nuestras cortas o largas vidas, deberíamos cambiar el rumbo hacia horizontes y lontananzas que solo a nosotros nos parezcan nuestro destino.

Si, en la popa de Mi barco figura este nombre: METÁFORA

1 comentario:

Josè Antonio dijo...

¡¡¡ Bravo !!!, ¿ves?, realmente sabes hacer cosas mucho mas grandes que una queja, sabes expresarlas.