miércoles, 27 de junio de 2012

No debo olvidar (II)

El lunes 19 de mayo de 2008, escribí en este mismo Blog: Hoy empiezo a escribir bastante indignado. He tenido la visita de la trabajadora social o asistenta social de aquí del Pere Virgili; pongo los dos cargos porque ahora no recuerdo cuál me ha dicho. Según ella, no sabía que mi estancia aquí se acaba y según ella el centro de larga estancia, donde en principio tengo que ir, es algo provisional y no sabe si habrá rehabilitación o no. Luego, el centro donde iría definitivamente es una LLAR DE AVIS, una RESIDENCIA DE ANCIANOS, donde no hay rehabilitación. Entonces a través del médico de cabecera se pediría un rehabilitador que iría un tiempo limitado al mes, nunca una hora diaria como hago aquí, simplemente un mantenimiento, por lo que en muy pocas semanas perdería todo lo ganado. Todo el interés de la trabajadora social es que firmase un papel aceptando o pidiendo el ir a una residencia. Para nada he firmado, ya que sería seguro entonces al 100% que no volvería a caminar en la vida.

Si ahora dejan de hacerme rehabilitación ya me diréis que sería de mí.

Por mucho que le he dicho que el día que estuve en la unidad de esclerosis del hospital Vall d’Hebron, me dijo uno de los doctores especialistas de esa unidad que con rehabilitación podía perfectamente mejorar la situación que tenía en noviembre cuando todavía andaba con ayuda del caminador, ella parece no entenderlo. Total, que encima se ha ido ofendida (siempre bajo mi visión) porque me he negado a firmar.

Desengañémonos, para las Administraciones somos simples números. Unos pacientes pasan, otros llegan y también pasan y a quien está sentado en un despacho le da igual si uno puede rehabilitarse o no. Tampoco lo saben, claro está. Y en un centro como este lo mismo. Los administradores dicen estancia máxima tanto tiempo y los médicos por mucho JURAMENTO HIPOCRÁTICO que hayan hecho, pues a obedecer. Y ojo, no sólo hablo por mi caso, aquí han pasado pacientes que los han largado a media recuperación, sólo hay que ver los que han “recaído y vuelto”.

No sé ni dónde acabaré ni cómo acabaré, lo que tengo muy claro que por propia voluntad no voy a acceder a perder lo que con tanto esfuerzo he recuperado.

No hay comentarios: