domingo, 16 de marzo de 2008

La falta de personal

Ayer, sábado, 19.00 horas. Una paciente que quería acostarse más tarde para así moverse un poco más en la silla de ruedas para que le bajase el azúcar. Hay que tener en cuenta que tiene ya una pierna amputada por el azúcar. Las auxiliares tenían “órdenes” de las de la planta de acostarla a esa hora, las 19.00. Desconozco por qué, ya que el motivo de la paciente parece razonable. Pero una auxiliar, en lugar de intentar razonar con ella, le dijo: “Aquí mando yo, y por lo tanto, te acuesto”. El tono tampoco era bajo, ya que desde mi habitación lo oímos y desde otras también; luego se comentó en los pasillos los malos modos de la auxiliar.

Luego por desgracia dio la coincidencia de que se cayó una paciente en su habitación, y fue la gente que había por el pasillo la que avisó a la enfermera, que llamó lógicamente a gritos a las auxiliares. Supongo que no podían acudir, y fueron familiares de otros pacientes los que ayudaron a la enfermera a levantar a la señora. Luego ya aparecieron los auxiliares y claro, los comentarios sobre ambos “sucesos” se solaparon. A la señora que se cayó no le ha pasado nada.

¿A que nunca nadie ha contado los agujeros de la ducha por los que sale el agua? Sesenta y seis agujeros tiene la del cuarto de baño de la habitación de mi hospital. Me he pasado casi una hora dentro y ya no sabía con qué distraerme. ¿El motivo? Pues como siempre, la falta de personal. No pueden atender a todo, por lo tanto van dejando “desatendido” al menos débil o menos vulnerable. No critico que me tengan casi una hora en el baño, critico que haya tan poco personal y que eso dé lugar a que sucedan estas cosas.

Hoy, para 19 habitaciones (o sea, 38 enfermos), sólo hay un enfermero y dos auxiliares, y suerte que este enfermero es de los que ayudan, que si tocas el timbre vienen y no esperan a que acudan siempre las auxiliares.

Pues por hoy nada más. Hasta mañana que, como siempre, habrá más.

No hay comentarios: