domingo, 13 de abril de 2008

Anímicamente bien

Esta mañana me he levantado bastante bien anímicamente hablando, lo que no quita que mañana igual pida para hablar con la psicóloga.

A mi compañero se le ha roto la baranda de la cama, el enfermero tiene que hacer un parte que se envía a mantenimiento y de allí vienen a arreglarlo. Supongo que vendrán pronto ya que es un riesgo una baranda rota. Espero que no pase como con la ducha. Supongo que habrá personas que lean este blog y piensen que lo veo todo muy negativo. No sólo cuento lo negativo, también lo positivo y por suerte hay mucho más, lo que pasa que siempre lo negativo llama más la atención.

Ayer hablaba de una enfermera de la noche y hablaba bien; ahora voy a hablar de un enfermero que sólo viene los findes y del cual también voy a hablar bien. ¿Os acordáis de una enfermera que andaba por el pasillo y ya podían haber luces rojas que no entraba siquiera a preguntar? Pues este enfermero sí entra y pregunta. Es curioso, pero lo normal en este caso llama la atención.

De todos modos y de largo, la enfermera más activa en todos los sentidos es la del turno de tarde; aunque suene como un contrasentido, ni se le caen los anillos por coger una botella del pis y vaciarla. Y no digamos la mano izquierda que tiene para tratar con algunos pacientes y con algunos familiares.

Al final, este fin de semana no he realizado ningún tipo de ejercicio en mi habitación. Lo he pasado hablando con familiares de mi compañero de habitación, escribiendo y jugando a un par de juegos en el ordenador. Mañana me desquitaré en terapia y en el gimnasio haciendo lo máximo posible.

También quiero tener una conversación con la terapeuta y la fisioterapeuta para ver si puede haber influido el gran sedentarismo que tuve los tres años que pase en casa encerrado cuando la depresión. Porque durante esos tres años me pasaba la mitad del día en la cama y la otra mitad sentado en una silla viendo tele. Entonces a lo mejor puede ser más fácil la recuperación, porque puede que no toda la “inmovilidad” sea producida por la esclerosis. El sentido común me hace pensar que el incorporarme desde una silla y el aguantarme de pie se me hacen más difíciles por esos tres años perdidos. Oiremos qué me dicen.

Pues por esta semana está todo dicho. Hasta mañana.

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