lunes, 14 de abril de 2008

El club de las sonrisas

Para comenzar hoy el blog, un poco de “crónica rosa”. Tengo una cita interesante con una auxiliar con la condición de ir andando. Otra motivación más.

Esta mañana he podido hablar con la terapeuta y con la fisioterapeuta y desde luego que tres años de sedentarismo pesan mucho, pero lógicamente tampoco se puede decir hasta qué punto terminó la decadencia de mis músculos por la esclerosis o dónde empezó por el sedentarismo.

Para hablar con la psicóloga, primero tengo que hablar con mi médico y para hablar con él, primero he tenido que hablar con la enfermera del turno de mañana.

¿Recordáis a la auxiliar que teníamos en el turno de mañana y que tanto lamenté su marcha a otro pabellón? Pues desde que se fue, casi todos los días han tenido que mandar personal para reforzar esta parte de la planta. Quien tuvo la brillante idea de dejarla marchar debe estar contento o contenta de haber incrementado los gastos de personal en la planta. Eso se llama buena gestión.

Quiero comentar que tanto personal sanitario de este hospital, como pacientes de otras plantas y de esta misma, me comentan muchas anécdotas bien jugosas, pero yo me limito a comentar lo que yo vivo, veo u oigo; más que nada porque así no se desvirtúa nada.

Ya han arreglado la baranda de la cama de mi compi. Menos mal que cuando se da una situación de “posible” peligro, vienen rápido.

Hoy he visto un detalle muy humano por parte de una empleada de limpieza del turno de tarde. Es de una empresa externa. Resulta que ha visto en el pasillo a un abuelete que iba en silla de ruedas y lo ha visto intranquilo y le ha preguntado, y se ve que estaba con ganas de hacer pis y ella lo ha dicho a una auxiliar. Lo que yo más o menos decía el otro día, lo que tendría que ser normal, por desgracia no lo es. Muy bien por ella y por cierto, también es del club. Por si alguien no se acuerda, el club al que me refiero es al club de las sonrisas, sonrisas sinceras. Por cierto, he dado de “baja” a una que me ha demostrado la falsedad de su sonrisa y me sabe muy mal porque la tenía en muy buen concepto. Ojo, siempre es mi opinión. ¿A que adivináis de qué turno es? Para compensar, hay otra persona que al principio ni fu ni fa y ahora que la voy conociendo y tratando mas, veo que es buena persona y también está ahora en el club.

Ahora un poco de historia mía. Un par de años antes de encerrarme en casa, notaba yo que la mano izquierda se me atrofiaba, a mi entender por falta de uso; pues bien, a excepción de escribir lo hacía todo con la mano izquierda, incluso el ratón del ordenador lo configure para la mano izquierda. En pocas semanas la mano izquierda volvió a la normalidad. Ahora que la tengo un poco mejor voy a intentar en la medida de lo posible el volver a realizar el “experimento”.

Tengo unos auriculares que el otro día los cables se hicieron un nudo y cuando eso me ha pasado en otras ocasiones, he tenido que pedirle a alguien que me deshiciese el nudo; pues en esta ocasión lo pude hacer yo.

Bueno, ya por hoy nada más. Más extenso hoy que la semana pasada.

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