jueves, 15 de mayo de 2008

Y esta tarde ha venido el médico

Faltan 262 días.

Comida:

  • Paella.
  • Pescado al horno.
  • Pera.
  • Pan.

Cena:

  • Salchichas a la plancha.
  • Ensalada juliana.
  • Manzana al horno.
  • Pan.

Ayer lo dije:

Ahora seguro que mañana me las tengo con el médico.

Pues efectivamente, esta tarde ha venido el médico diciendo que no veía bien que se tuviese que enterar por otras personas que yo estaba en desacuerdo con el tratamiento. Lógicamente (sé que últimamente empleo mucho esta palabra) estoy en desacuerdo con que no se me dé la dosis que dijeron en la Unidad de Esclerosis del hospital Vall d’Hebron. Resumiendo: que él quiere que yo no vaya hablando con otras personas de las discrepancias que pueda tener con él. Aunque también le recordé que a la propia fisioterapeuta titular, se lo había dicho en diferentes ocasiones por el tema de la espasticidad. Luego a las tres o cuatro horas volvió para decirme que me había ya pautado la nueva dosis “POR FIN” y qué también me harían una analítica para ver si ya estaba bien de la anemia. Más vale tarde que nunca: cuando fui a la Unidad de Esclerosis del hospital Vall d’Hebron fue el 4 de abril.

Lo de emplear tanto la palabra lógicamente, será porque aquí no impera mucho la lógica.

Mañana más.

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