Desayuno:
•Tostadas con mantequilla.
•Café con leche.
Dos cosas a comentar. La primera tiene sentido, la segunda “supongo” que también.
Hace tres años más o menos, el dedo pulgar de mi mano izquierda, empezó a experimentar un temblor, como las personas que padecen Parkinson. El temblor no paraba; pero como yo estaba con aquella depresión tan fuerte, me daba absolutamente igual. Durante más o menos seis meses, las 24 horas del día sin parar el temblor del dedo. Por aquella época todavía tenía internet y un día en que tuve un subidón, en lugar del bajón en que estaba sumido siempre, me dio por buscar y no tenía ningún síntoma más del Parkinson.
Aprovechando que el subidón me duró varios días, empecé a realizar ejercicios como un poseso con el brazo izquierdo y desapareció el dichoso temblor.
El esfuerzo, la constancia y el tesón, siempre me han ayudado y espero que ahora sea igual. En aquellos años, la depresión fue mi obstáculo insalvable e infranqueable. Ahora tengo que evitar se reproduzca. Así, mi esfuerzo, constancia y tesón, me llevarán a vencer la PUTA esclerosis múltiple.
Comida:
•Estofado de ternera.
•Pan.
•Café con leche.
La segunda cosa que quería comentar, es que desde más o menos de diez años hacia atrás, cuando estaba en la cama, tenía de vez en cuando; digamos la “necesidad” de levantar el brazo izquierdo hasta ponerlo totalmente vertical y mantenerlo así durante unos minutos. No sé porque, lo mismo que no sabemos porque en algunos momentos cruzamos una pierna, entrelazamos los dedos o porque hacemos ciertos movimientos habituales en nosotros, pero si nos preguntasen no sabríamos explicar porque lo hacemos. Esto de levantar el brazo, que yo recuerde lo he hecho desde siempre y deje de hacerlo más o menos como he dicho, hace unos diez años. Pues bien, ahora el cuerpo ”me pide” volver a hacerlo. Ya digo, no sé porque lo hacía, ni porque dejé de hacerlo, ni porque ahora vuelvo a hacerlo.
Me acuerdo que mi mujer me preguntó las primeras veces que me vio hacerlo que ¿por qué lo hacía? Y bueno, mis respuestas eran dos. O porque estaba cómodo o porque el cuerpo me lo pedía.
Por cierto, un besazo para ella, que me lee casi a diario.
Aquellos que piensen que por eso del brazo soy un tipo raro, que observen a las personas con las que conviven y percibirán un montón de “rarezas.”
Cena:
•Pizza cuatro quesos.
•Pan.
•Café con leche.
Con todas las reservas.
Hasta mañana.
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